IA Generativa en Empresas: Cómo Pasar del Piloto a la Transformación

Panel – Neuron IT Forum

La IA generativa pasó de ser un experimento a convertirse en un habilitador estructural del negocio. En el panel del Neuron IT Forum, especialistas de Tsol, ExpansivaX, BBVA y Mundo Joven discutieron cómo la IA está transformando productos, procesos y modelos empresariales. Coincidieron en que el cambio cultural es tan importante como la tecnología, y que los datos son la base crítica para lograr personalización, gobernanza y escalabilidad. La nueva era exige líderes curiosos, adaptables y valientes, capaces de convertir pilotos aislados en estrategias sostenibles y de impacto organizacional.

IA Generativa en el Núcleo Empresarial: De la Prueba a la Transformación

En los últimos dos años, la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) dejó de ser una curiosidad reservada para laboratorios de innovación para convertirse en un componente estratégico dentro del núcleo operativo de las organizaciones. El panel “IA Generativa en el Núcleo Empresarial: De la Prueba a la Transformación” del Neuron Forum profundizó en esta transición con una visión honesta, realista y altamente práctica.

Bajo la moderación de César Hernández, CTO de Tsol, y con la participación de Romina Guevara (ExpansivaX), Fernando Fernández (BBVA) y Juan Garoz (Mundo Joven), la conversación dejó una claridad contundente: la IA ya no es opcional; es el próximo habilitador estructural del negocio.


Del experimento a la estrategia: una nueva madurez empresarial

Durante la conversación, los panelistas coincidieron en un punto clave: la IAG ya superó la etapa del simple “ahorro de tiempo” para comenzar a rediseñar la forma en que se construyen productos, procesos y modelos completos de negocio.

Juan Garoz, desde la perspectiva del retail turístico digital, puso sobre la mesa una realidad contundente:

“La mayoría de las empresas apenas usa la IA para eficiencia; solo unas pocas —las verdaderamente de alto desempeño— están repensando el modelo completo.”

Hoy, las empresas más avanzadas no usan IAG solo para automatizar tareas, sino para integrar nuevas capacidades que no eran posibles antes: personalización masiva, hiperautomatización, modelos predictivos aplicados a demanda, reputación o riesgo, y experiencias de cliente con respuesta en tiempo real.

La IA ya no solo optimiza: habilita.


La cultura, el primer bloque de construcción

Si algo subrayó con firmeza Romina Guevara, fue que ninguna transformación profunda ocurre sin trabajar el componente humano.

“La cultura y el talento importan tanto como la tecnología —al mismo nivel. Y ya no hay marcha atrás.”

En otras palabras, la IAG exige cambiar mentalidades antes que herramientas.
Los modelos más exitosos son aquellos donde las personas entienden para qué se usa la IA y cómo agrega valor a sus actividades diarias.

La resistencia cultural puede ser la principal barrera o el mayor impulso. Por ello, la adopción debe incluir:

Alfabetización digital, entrenamiento en nuevos flujos de trabajo, transparencia ética en el uso de datos y liderazgo que impulse una visión clara.

La tecnología avanza rápido, pero las organizaciones solo avanzan a la velocidad de su cultura.


Datos: el combustible y la frontera crítica

Si la IAG es el motor, los datos son el combustible.
El panel dejó claro que sin una base sólida de datos, no hay IA posible en el núcleo empresarial.

Fernando Fernández, desde el corazón del sector financiero, describió una realidad innegable:

  • Los modelos globales deben adaptarse al contexto local.
  • El lenguaje, la forma de interactuar y la experiencia esperada varía no solo por país, sino por región dentro del país.
  • La gobernanza, privacidad y calidad de datos no es negociable.

La personalización y la regulación hicieron evidente que bancos como BBVA no pueden simplemente “importar” modelos generados en sus países de origen; requieren adecuarlos a la sensibilidad del usuario mexicano, a las diferencias culturales y a las expectativas específicas del cliente local.

La IA sin contexto cultural falla.
La IA sin gobernanza colapsa.
La IA sin datos de calidad no existe.


El nuevo leadership: curiosidad, adaptación y coraje

En la ronda final, los panelistas sintetizaron en tres conceptos lo que exige esta nueva era.

Curiosidad

Juan recordó que la mentalidad de exploración —la misma que se tiene de niño— es esencial para navegar un entorno que cambia cada 3 a 6 meses.

Sin curiosidad, no hay innovación.
Sin exploración, no hay experimentación.
Sin experimentación, no hay transformación.

Adaptabilidad

Fernando recalcó la necesidad de un músculo organizacional que reaccione a la velocidad con la que evoluciona la tecnología: “Lo fundamental es la capacidad de adaptación. Las cosas cambian de un día a otro.”

No tener miedo

Romina fue clara y directa: “Esto no es opcional. O nos subimos, o nos quedamos fuera.”

El avance de la IA generativa es tan acelerado que ya no se discute si conviene implementarla, sino cómo hacerlo con propósito y responsabilidad.


De los pilotos aislados a un modelo de negocio sostenible

Una de las reflexiones más relevantes fue cómo lograr que la IA deje de ser un experimento y se convierta en parte integral del negocio.

Los panelistas mencionaron aprendizajes clave:

1. Empezar pequeño, pero pensar en grande

Los casos de éxito surgen cuando las empresas comienzan con pruebas concretas pero diseñan con visión de escalabilidad.

2. Invertir en cambio cultural, no solo en tecnología

No basta con entrenar modelos; hay que entrenar personas.

3. Construir confianza en los datos

El equipo debe confiar en que las recomendaciones del modelo son coherentes, trazables y basadas en información válida.

4. Adoptar un enfoque iterativo

El aprendizaje se da a través de ciclos cortos: probar, fallar, ajustar y volver a probar.

Como se discutió en el panel, no existe transformación sin error; la IA requiere ambientes seguros para experimentar.


IA Generativa como núcleo empresarial: la nueva ventaja competitiva

El panel concluyó con una frase que sintetiza esta nueva época:

“La inteligencia artificial no transforma empresas; las transforman las personas que se atreven a usarla con propósito.”

La IAG ya no es un tema de futuro, ni un lujo tecnológico.
Es el fundamento de la próxima ola de competitividad empresarial en México y el mundo.

Las compañías que la integren de manera estratégica, ética y culturalmente sólida serán las que sobrevivan y lideren.

Las que no, quedarán fuera del juego.

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