Miguel Arrañaga, con más de 25 años de experiencia en seguridad electrónica, destaca el cambio como esencial para el progreso. Explica cómo tecnologías como la inteligencia artificial y el IoT han transformado la industria, impulsando soluciones innovadoras como sistemas de videovigilancia avanzados y optimización logística. Bajo su liderazgo, Hikvision ha crecido en México, trasladando un centro de I+D a Querétaro y desarrollando soluciones personalizadas para sectores clave como automotriz. Miguel enfatiza la importancia del trabajo en equipo, la personalización tecnológica y construir confianza con clientes para un éxito sostenible en el mercado.
Para Miguel Arrañaga, el cambio es un proceso continuo y necesario en todos los ámbitos de la vida. “Si no hubiera un cambio en el tema tecnológico, social o diario, seríamos personas estancadas”. Desde su experiencia profesional, ha presenciado transformaciones significativas en la industria de la seguridad electrónica, donde ha trabajado por más de 25 años. Este cambio no solo implica adaptación, sino también una búsqueda activa de oportunidades para mejorar en lo personal y profesional.
La evolución tecnológica en la seguridad electrónica
La transición de sistemas análogos a tecnologías IP marcó un punto de inflexión en la industria. Hoy, herramientas como la inteligencia artificial (IA) y el Internet de las Cosas (IoT) han elevado las capacidades de los sistemas de videovigilancia, integrándolos en redes inteligentes. En este contexto, Hikvision ha destacado al implementar soluciones personalizadas que no solo garantizan seguridad, sino que también optimizan procesos en sectores como manufactura y logística.
Por ejemplo, la incorporación de tecnología en montacargas para evitar accidentes en almacenes es un claro reflejo de esta innovación. “Creamos un sistema donde los operadores son alertados automáticamente de la presencia de personas cercanas, incluso si no las ven”, explica Miguel. Estas soluciones, adaptadas a las necesidades específicas del mercado, han impulsado el crecimiento de Hikvision en México.
México: Un actor clave en la estrategia global de Hikvision
Desde su llegada en 2016, Hikvision ha experimentado un crecimiento exponencial en México, que ahora ocupa el cuarto lugar en importancia global para la compañía. Este posicionamiento no es casualidad: factores como la calidad de la mano de obra, la innovación local y las condiciones favorables del nearshoring han jugado un papel crucial.
La relevancia de México también se refleja en la decisión de trasladar un centro de investigación y desarrollo (I+D) desde Canadá a Querétaro. Este movimiento subraya el potencial del país como hub tecnológico, especialmente en sectores estratégicos como la industria automotriz.
Soluciones inteligentes para la industria automotriz
La región del Bajío, donde Miguel lidera las operaciones de ventas, es un punto estratégico para el crecimiento automotriz y de parques industriales. Hikvision ha respondido a esta demanda con soluciones específicas, como sistemas de vigilancia a bordo en transporte público y privado, que integran analíticas avanzadas para monitorear la distracción o el cansancio del conductor.
Además, la empresa ha desarrollado herramientas para optimizar la logística en centros de distribución, cumpliendo con normativas internacionales y aumentando la eficiencia operativa. “Estas soluciones permiten a las empresas ser más productivas y cumplir con estándares como el CTPAT para exportaciones”, detalla Miguel.
El futuro de la seguridad y la personalización tecnológica
La tendencia hacia soluciones personalizadas seguirá marcando el ritmo de la industria. Hikvision está enfocado en desarrollar herramientas que vayan más allá de la seguridad básica, integrando funcionalidades avanzadas como la detección de patrones térmicos y la optimización de recursos energéticos.
“La personalización de las soluciones es clave para atender las necesidades específicas de cada sector. México tiene una oportunidad única para liderar en esta área gracias a su capacidad de innovación”, concluye Miguel.
La clave: un equipo alineado hacia un objetivo común
Miguel enfatiza que la base de un liderazgo efectivo está en reconocer que el equipo es una unidad indivisible. La comunicación clara y el entendimiento de que “todos vamos por el mismo objetivo” son fundamentales para mantener a las personas conectadas, motivadas y comprometidas. En este enfoque, cada logro o desafío es compartido colectivamente, lo que refuerza un fuerte sentido de pertenencia.
“No buscamos el currículum más extenso ni la mayor cantidad de certificaciones; buscamos personas que realmente quieran pertenecer a la familia de Hikvision”, afirma Miguel, subrayando la importancia de construir una cultura organizacional en la que los valores y objetivos sean compartidos y donde cada miembro sienta que su contribución es igualmente valiosa.

Un enfoque en el desarrollo del cliente y la construcción de confianza
En una industria tan competitiva como la seguridad, Miguel recalca que la filosofía de Hikvision no se centra simplemente en “vender por vender”, sino en desarrollar negocios y establecer relaciones de confianza. Este enfoque implica educar a los clientes sobre la cadena de valor, desde fabricantes hasta usuarios finales, asegurándose de que cada eslabón sea parte del proceso de crecimiento.
“Si no desarrollamos a nuestros clientes, lo único que obtendremos es una venta única que probablemente no se repetirá”, señala Miguel. Al priorizar la confianza mutua y el desarrollo conjunto, Hikvision ha logrado consolidarse en proyectos de alta envergadura, demostrando que el éxito sostenible proviene de construir, más que de transaccionar.
Las “3 C’s”: la transformación de una percepción de marca
Uno de los mayores retos que enfrentó Hikvision al entrar al mercado mexicano fue romper con la percepción inicial de ser una marca económica. Miguel lideró el esfuerzo de redefinir esta narrativa interna y externamente, introduciendo un marco simple pero poderoso: capaces, costeables y con credibilidad. Este cambio de mentalidad no solo permitió al equipo superar barreras, sino también posicionar a la empresa en proyectos de alto nivel.
“Nos tomó seis meses cambiar ese chip, pero ahora estamos participando en proyectos de clase mundial”, comenta Miguel, reflejando cómo un liderazgo estratégico puede transformar tanto a las personas como a las organizaciones.
Un mensaje de inspiración y resiliencia
Para Miguel, el crecimiento continuo es no negociable: “No podemos detenernos. Hacer una pausa para evaluar es válido, pero detenerse significa renunciar al avance”. Esta filosofía se alinea con su mantra personal, que invita a reflexionar y buscar opciones creativas incluso en los momentos más difíciles.
Cada paso, por pequeño que parezca, acerca al equipo y a los clientes a la meta deseada. Este enfoque resalta la importancia de combinar la innovación constante con la construcción de relaciones significativas para garantizar un progreso sostenido.