SQDM destaca en la transformación digital poniendo al cliente y su negocio antes que la tecnología. Noriela Villarreal, Head Commercial México, resalta que el éxito no está en implementar herramientas, sino en alinear TI con objetivos reales, involucrar a los usuarios y acompañar el cambio. Líderes y vendedores deben ser híbridos, empáticos y orientados a datos. CRM, ERP y plataformas colaborativas son esenciales, pero la clave es la adopción y el impacto real. SQDM se diferencia por acompañar, capacitar y generar valor tangible, convirtiéndose en un verdadero aliado del cliente.
Cómo construir puentes reales entre líderes de negocio y tecnología en tiempos de transformación.
La transformación digital dejó de ser un eslogan. Para empresas que viven y respiran tecnología como SQDM, el reto hoy ya no es vender innovación, sino conectar con la realidad de sus clientes. En entrevista con Neuron Business Media, Noriela Villarreal, Head Commercial México en SQDM, comparte una visión poco común en el mundo de la consultoría tecnológica: una que pone al cliente, su cultura y su negocio, antes que el código y las plataformas.
Una visión con tres meses de intensidad
Noriela llegó recientemente a SQDM con una trayectoria híbrida entre la ingeniería técnica y el liderazgo comercial. A pesar del corto tiempo, ya vive en carne propia los retos de una industria altamente presionada por los tiempos económicos globales.
“Las fluctuaciones del dólar, la competencia intensa, y sobre todo la desaceleración en la toma de decisiones tecnológicas han sido nuestros principales retos”, menciona Villarreal. “Muchas empresas tenían planeadas grandes inversiones en automatización o CRM, pero están repensando los tiempos”.
A pesar de este escenario, SQDM sigue apostando por las conversaciones de fondo con sus clientes. “Porque la tecnología no hace milagros sola”, recalca Noriela, “es un habilitador. Si el negocio no se alinea, si las personas no la entienden o la sienten como propia, no habrá retorno”.
De la solución al resultado: entender lo que duele
Desde la experiencia de Noriela, hay tres motivadores clave en las decisiones de tecnología: ahorro de dinero, optimización de tiempo y eficiencia en procesos. Pero insiste en que ninguna tecnología logra eso por sí sola.
“La clave está en el diálogo entre áreas de negocio y TI. Si una tecnología no está alineada con los objetivos operativos reales, será sólo un gasto más. Hay que trabajar desde antes: entendimiento del negocio, acompañamiento, gestión del cambio.”
Una de las frases que más escucha de sus clientes —y que se ha convertido en una alerta roja— es: “los de TI nos impusieron esta solución”. Para SQDM, esa desconexión es exactamente lo que buscan evitar.
El nuevo perfil de líder: híbrido, empático y con visión de datos
Hoy, los líderes no pueden ser sólo expertos funcionales. Un C-Level debe saber de tecnología, de finanzas, de datos y tener una visión holística del negocio. “Ya no es suficiente con saber operar. Tienes que entender cómo interactúan los sistemas, cómo leer la data, cómo hacer preguntas al CRM”, explica Villarreal.
Para SQDM, el papel de la consultoría es enseñar al cliente a tener esa autonomía. “No buscamos hacerlos dependientes, sino todo lo contrario: queremos que las áreas de negocio aprendan a sacarle jugo real a sus herramientas. La tecnología es para empoderar, no para complicar.”
¿Por qué fracasan los proyectos tecnológicos? La resistencia invisible
La historia se repite: un software se implementa, nadie lo usa. Las áreas de negocio no lo adoptan. “¿Por qué?”, pregunta Noriela. “Porque no se les escuchó. Porque se creyó que bastaba con implementar.”
Según su experiencia, los proyectos más exitosos son aquellos que involucran a los usuarios desde el día uno. “Cuando se les escucha, cuando sienten que su trabajo se ve reflejado en la herramienta, hay adopción. Cuando no, hay fricción”.
Y la fricción cuesta. “Volver atrás, corregir lo que ya se lanzó, reconfigurar… es caro. No sólo en dinero, también en credibilidad”.
Las herramientas imprescindibles (más allá del marketing de moda)
Cuando se le pregunta qué tecnologías ya no son opcionales, Noriela es clara:
- CRM: “No importa si es Salesforce o cualquier otro. Toda empresa que tiene clientes necesita un sistema que centralice la relación, el seguimiento, las oportunidades. Tenerlo todo en Excel es como dejar las llaves del negocio en una mesa sin cerradura”.
- ERP y automatización de procesos: “La eficiencia operativa viene de evitar los retrabajos. ¿Cuántas horas se pierden todavía procesando nóminas a mano o conciliando facturas en hojas de cálculo?”
- Herramientas colaborativas y de comunicación seguras: “Y que estén integradas. Ya no se trata de tener un canal de chat, sino de tener procesos integrados desde el mensaje hasta el ticket.”
El talento comercial también se transforma
SQDM no sólo habla de transformación digital. La vive. Su equipo comercial es una muestra de cómo el perfil del vendedor también está cambiando.
“Hoy no basta con hablar bonito o tener relaciones. Tienes que entender tecnología, saber escuchar, traducir necesidades y proponer soluciones reales. El nuevo vendedor necesita saber leer data, usar herramientas de social selling, y sobre todo, tener un seguimiento impecable”, dice con convicción.
En su equipo, el seguimiento no es una tarea, es una cultura. “Siempre me dicen que mi segundo nombre es seguimiento. Y con razón. No hay venta sin constancia.”
La diferencia SQDM: una consultora que sí se sienta del lado del cliente
La diferencia entre un proveedor y un aliado está en cómo te acompaña. SQDM ha competido con gigantes de la tecnología en cuentas enterprise, y lo ha hecho con una propuesta centrada en el usuario.
“Nosotros no vendemos productos, vendemos acompañamiento. Entendemos los requerimientos del negocio, los traducimos a especificaciones funcionales y técnicas, y luego acompañamos todo el proceso con el usuario final. Nuestro éxito está en que el cliente realmente vea el impacto”.
Además, su equipo tiene una rotación inusualmente baja en la industria: los talentos técnicos suelen quedarse más de 7 años en la empresa. “Eso no es casualidad. Habla de una cultura organizacional sólida, donde la gente crece con propósito.”
Conclusión: Tecnología que entiende, escucha y transforma
En un entorno donde todos hablan de transformación, SQDM destaca por su enfoque humano. Por su obsesión por entender primero al negocio antes de venderle tecnología. Por su compromiso con la adopción, la capacitación y el impacto real.
Para los líderes de TI, CISOs, CIOs y directores generales, esta conversación con Noriela Villarreal deja una lección clara: no basta con innovar. Hay que saber para qué, cómo, y sobre todo, con quién.







