En entrevista con Neuron Business Media, Pablo Fajer, CEO de CODIFIN, analiza cómo la inteligencia artificial está transformando el reclutamiento y el desarrollo de talento en México. A través de su plataforma Codi, la empresa utiliza IA para agilizar procesos y enfocarse en el valor humano: la empatía y el criterio. Fajer destaca la oportunidad de México para convertirse en potencia tecnológica, siempre que fortalezca el inglés y la vinculación universidad-empresa. Subraya que el futuro laboral requiere aprendizaje continuo y liderazgo basado en datos, estrategia y empatía.
En un entorno donde la transformación tecnológica acelera la redefinición del talento, la cultura organizacional y las formas de trabajar, Pablo Fajer, CEO de CODIFIN, conversa con Neuron Business Media sobre los retos y oportunidades que enfrenta México frente a la revolución de la inteligencia artificial (IA) y el desarrollo de talento tecnológico.
Para Fajer, el desafío no está solo en adoptar la tecnología, sino en entender cómo aplicarla estratégicamente para potenciar a las personas, no para sustituirlas. “La inteligencia artificial no viene a reemplazar a los humanos, viene a ayudarnos a generar mayor impacto en lo que hacemos”, afirma con convicción.
De la automatización al valor humano
CODIFIN, empresa enfocada en la atracción, desarrollo y gestión de talento tecnológico, ha hecho de la IA aplicada al reclutamiento un eje central de su operación. Con su plataforma Codi, un sistema de inteligencia artificial que analiza miles de perfiles en tiempo real, la firma ha logrado reducir drásticamente los tiempos de búsqueda de talento y elevar la calidad de los procesos de selección.
“Antes un reclutador podía tardar dos semanas en encontrar candidatos. Hoy, gracias a la automatización, puede hacerlo en minutos y dedicar el resto del tiempo a lo realmente valioso: entender al candidato, su perfil, sus motivaciones y cómo encaja con la cultura del cliente”, explica Fajer.
Este enfoque redefine el papel del reclutador. “En lugar de tener menos personas, ahora necesitamos más, pero enfocadas en tareas de valor humano, como entrevistas profundas y asesoría personalizada. La IA hace el trabajo operativo; el ser humano aporta empatía y criterio”.
El talento tecnológico y la oportunidad mexicana
México atraviesa un momento decisivo en el mapa global del talento tecnológico. Según Fajer, actualmente hay cerca de 900 mil profesionales en tecnología, pero solo un segmento reducido, entre 250 y 300 mil, cumple con los estándares bilingües y técnicos que demandan las empresas internacionales que están instalando sus centros de desarrollo en el país.
“Estamos viendo lo que pasó en India hace una década”, explica. “Las empresas estadounidenses están trayendo sus centros de desarrollo a México. Tenemos el talento, pero necesitamos fortalecer dos cosas: el inglés y la vinculación universidad-empresa. Es ahí donde se juega el futuro del país”.
Para Fajer, esta oportunidad exige una estrategia nacional. “Debemos impulsar desde la educación media el aprendizaje del inglés, y al mismo tiempo, alinear los programas universitarios a las tecnologías que las empresas globales están demandando. Microsoft, Amazon o Apple marcan el ritmo, y las universidades deben adaptarse rápido”.
El sesgo humano y la objetividad algorítmica
Una de las reflexiones más profundas de la charla surge cuando aborda el tema de los sesgos en los procesos de selección. Lejos de incrementar la discriminación, Fajer sostiene que una IA bien programada puede ayudar a eliminarla.
“El reclutador tradicional tiende a tener preferencias: por edad, universidad o empresas anteriores. En cambio, un algoritmo analiza solo datos objetivos. Nos ha pasado que el cliente rechaza a un candidato que cumple todos los requisitos técnicos solo porque no encaja con su idea preconcebida. La IA abre el panorama y nos muestra talento que antes no veíamos”.
El nuevo liderazgo impulsado por datos
La incorporación de inteligencia artificial también está redefiniendo la gestión de recursos humanos. Para Fajer, el futuro de los equipos será más pequeño, más especializado y más empoderado. “La IA libera tiempo y da herramientas. Eso significa que los colaboradores pasarán de ejecutar tareas rutinarias a tomar decisiones. Veremos equipos más ágiles, más analíticos y con un papel estratégico en la organización”.
Esta tendencia también implica un cambio de mentalidad. “El liderazgo del futuro no será el que más sepa, sino el que mejor entienda cómo aprovechar la información y las herramientas tecnológicas para crear valor”, apunta.
Educación, reskilling y la cultura del aprendizaje continuo
El CEO de CODIFIN insiste en que el gran diferencial no será tecnológico, sino educativo y cultural. “Hoy cualquiera puede aprender lo que quiera desde su computadora. Lo importante es tener el hábito de aprender. Los profesionales que abracen el aprendizaje continuo, que se certifiquen, que entiendan los alcances de la IA, serán los que lideren la siguiente década”.
Su recomendación a las nuevas generaciones es clara: “No teman a la IA. Aprendan a usarla, entiendan cómo puede potenciar su carrera y sus capacidades. El talento que combine pensamiento estratégico, dominio tecnológico y empatía será imparable”.
CODIFIN y el ecosistema del futuro
Desde su trinchera, CODIFIN está construyendo ecosistemas de talento que conectan a México con las necesidades de empresas globales. Su modelo combina automatización inteligente con acompañamiento humano, buscando que cada cliente y candidato viva una experiencia personalizada.
“Todo lo que pueda automatizarse, debe automatizarse. Pero lo que genera valor humano, debe protegerse y potenciarse”, concluye Fajer. “Esa es la visión con la que en CODIFIN impulsamos el talento del futuro”.
Reflexión final
La conversación con Pablo Fajer deja ver algo más allá del discurso tecnológico. Habla de una revolución humanista impulsada por la inteligencia artificial, donde los datos, la empatía y el aprendizaje convergen para crear organizaciones más inteligentes, ágiles y humanas.México tiene la oportunidad de posicionarse como potencia de talento en la era de la IA. Pero como bien señala Fajer, solo aquellos líderes, empresas y universidades que comprendan la urgencia de adaptarse —y actúen hoy— podrán aprovecharla.







