7-Eleven puede fortalecer su operación adoptando una cultura de datos que conecte decisiones con evidencia. Al integrar métricas de consumo, inventario y comportamiento por tienda, se optimiza el surtido, se anticipan tendencias y se mejora la experiencia del cliente. Esta cultura requiere liderazgo que promueva el uso ético y estratégico de la información, capacitación constante y herramientas accesibles. Cuando los datos se convierten en parte del lenguaje diario, cada colaborador aporta valor desde su rol. En retail, la agilidad viene del conocimiento, y el conocimiento, de los datos bien usados.







