Ciudad de México, 18 de agosto de 2025. – La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo admitió este lunes en la conferencia matutina que México depende en gran medida del gas natural importado desde Estados Unidos, principalmente de Texas, donde el costo es significativamente más bajo.

Clave de consumo: industria y generación eléctrica

Sheinbaum recordó que el gas natural es esencial en el sector industrial, tiene un uso menor en hogares (donde persiste el gas convencional) y, sobre todo, es la base para la generación de energía eléctrica mediante plantas de ciclo combinado.

Hacia la autosuficiencia: alternativas sin fracking

En respuesta a esta dependencia, la mandataria informó que Pemex, en conjunto con el Instituto Mexicano del Petróleo, ha conformado un grupo de trabajo para explorar nuevas técnicas de extracción que sean ambientalmente responsables. En este sentido, descartó el uso del fracking tal como se aplica actualmente por sus riesgos y por situarse en zonas con escasez de agua. Sheinbaum agregó que:

“Ahora hay muchas nuevas técnicas que no tienen que ver con estas formas (fracking) que habría que analizar; no está nada decidido y se debe poner a consideración de la población”.

Contexto estratégico

Conclusión estratégica

La declaración de Sheinbaum revela un reconocimiento claro de un problema estructural: la alta dependencia de gas natural importado que hace al país vulnerable ante cualquier fluctuación externa. Ante ello, se vislumbra una estrategia alineada con los compromisos de transición energética y la necesidad de fortalecer la soberanía energética mediante soluciones nacionales.


Este artículo está basado en información publicada por La Jornada, con apoyo editorial y contextualización de Neuron Energy Talks. Todos los datos reflejan fielmente las declaraciones originales y la situación actual, sin interpretaciones especulativas.

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