
Un llamado a la acción desde la colaboración, la innovación y la educación
En un mundo donde la crisis climática y el agotamiento de recursos exigen soluciones urgentes, la economía circular emerge no solo como una alternativa, sino como una necesidad estratégica para reinventar nuestro futuro. En un reciente panel organizado por Waste Cero, expertos de Dell, Televisa y CYESA compartieron visiones clave sobre cómo las empresas pueden liderar esta transición, vinculando sostenibilidad, rentabilidad y energía dentro de Neuron Sustainability Summit 2025.
De lo lineal a lo circular: Un cambio de paradigma
Francisco Velasco, CEO de Waste Cero, inició el diálogo destacando la urgencia de migrar de modelos lineales —extraer, usar, desechar— hacia sistemas circulares que eviten el desperdicio. “La economía circular no se trata solo de reciclar, sino de diseñar productos duraderos, reparables y reutilizables”, enfatizó. Un enfoque que, además de reducir la presión sobre los recursos naturales, disminuye el consumo energético en procesos de producción y logística.
Diseño, tecnología y energía: Pilares de la transformación
Ángel Medina (Dell) subrayó el rol de la tecnología en impulsar la circularidad. Desde laptops modulares —como el concepto Luna, que permite reemplazar componentes en segundos— hasta el uso de plásticos recuperados del océano en accesorios, Dell demuestra que la innovación reduce residuos y el gasto energético. “El 90% de los desechos electrónicos globales provienen de empresas. Si rediseñamos productos para alargar su vida útil, evitamos toneladas de emisiones asociadas a la fabricación de nuevos dispositivos”, explicó.
Juan Manuel Rosales (Televisa) compartió el caso de éxito de su empresa: en 2023, reacondicionaron 2.9 millones de dispositivos electrónicos, evitando la extracción de materias primas y reduciendo la energía requerida para manufacturar equipos nuevos. “La circularidad no solo es ambiental: fortalece la resiliencia de las cadenas de suministro”, señaló, refiriéndose a cómo esta práctica ayudó a Televisa a mantener operaciones durante la pandemia.
Colaboración: El motor invisible
Los panelistas coincidieron en que ningún actor puede lograrlo solo. Martha López (CYESA) destacó la importancia de integrar a proveedores y clientes: “Un residuo para uno puede ser un insumo para otro. En CYESA, trabajamos con empaques de cartón 100% reciclables, pero también educamos a los consumidores para que les den una segunda vida”. Este enfoque no solo reduce desechos, sino que optimiza el uso de energía en la producción de nuevos materiales.
Educación y regulación: Dos caras de la misma moneda
Mientras la regulación avanza —como en México, donde el cartón debe incluir un porcentaje de material reciclado—, la educación es clave. López insistió en que “sin cultura organizacional, los esfuerzos se diluyen”. Medina añadió que empresas como Dell usan plataformas digitales para compartir datos sobre huella de carbono, incentivando a clientes a elegir servicios de TI eficientes.
Energía y circularidad: Un vínculo estratégico
La transición energética y la circularidad son aliadas naturales:
- Energías renovables en procesos: Dell utiliza aluminio producido con hidroelectricidad, reduciendo emisiones en un 90%.
- Eficiencia operativa: Reparar y reutilizar dispositivos ahorra la energía requerida para fabricar nuevos (ej: 400 millones de equipos con Windows 10 podrían evitarse si se extiende su vida útil).
- Reducción de residuos = Menos energía desperdiciada: CYESA calcula que el cartón reciclado consume un 40% menos de energía que el virgen.
Conclusión: El futuro es circular (y está en nuestras manos)
El mensaje final fue claro: la economía circular es una oportunidad para reinventar negocios, generar comunidades resilientes y proteger el planeta. Como resumió Velasco: “Cada empresa, sin importar su tamaño, puede sumar. Desde diseñar un empaque hasta colaborar con otros sectores, cada acción cuenta”.
Llamado a la acción
- Empresas: Integren métricas circulares en sus estrategias (ej: % de materiales reciclados, tasa de reutilización).
- Consumidores: Exijan productos duraderos y participen en programas de devolución.
- Gobiernos: Fortalezcan políticas que premien la circularidad y penalicen el desperdicio.
El tiempo de actuar es ahora. Como concluyó Martha López: “Dejemos de ver los residuos como un final y empecemos a verlos como el inicio de algo nuevo”.