Challenges for the Automotive Industry in 2026: How Can We Stay Competitive in the Global Landscape?

En el Neuron Automotive Forum, expertos analizaron el presente y futuro de la manufactura en México, destacando retos y oportunidades. Vanessa Cordero señaló la falta de inversión en infraestructura eléctrica como un gran obstáculo, mientras Marek Meister alertó sobre los altos aranceles que afectan la competitividad. Marco Moreno destacó la urgencia de proveeduría local y adaptación tecnológica, y Nashla Cabadas resaltó oportunidades en energía renovable mediante PPA y autoconsumo. Los panelistas coincidieron en que México tiene talento y ubicación estratégica, pero debe actuar con agilidad, colaboración y visión para atraer inversión y competir globalmente.

En el marco del Neuron Automotive Forum, expertos de la industria automotriz y energética se dieron cita para analizar el presente y futuro de la manufactura en México, una estrategia que busca acercar la producción y los servicios a los mercados de consumo final. Los panelistas Nashla Cabadas (Growth Manager de SUNECO), Vanessa Cordero (Directora General de Marabis), Marek Meister (CFO de Phinia y Presidente del CASLP) y Marco Moreno (Director de Planta de BROSE) coincidieron en que, si bien México tiene ventajas únicas, enfrenta desafíos críticos que deben atenderse con urgencia.

La infraestructura energética: un cuello de botella histórico

Vanessa Cordero fue contundente al señalar que la falta de inversión en infraestructura eléctrica es uno de los mayores obstáculos para la atracción de inversiones. “Desde hace más de 15 años no ha habido una inversión realmente importante que alivie esta presión”, afirmó. Destacó que, en Guanajuato —la quinta o sexta economía del país y líder en producción automotriz—, proyectos de conexión a la red eléctrica pueden llegar a costar más de 1,700 millones de pesos, volviéndolos financieramente inviables.

Además, mencionó que esperar entre 7 y 9 años para conectar una subestación eléctrica —como la de 30 megas que su empresa instaló— es un lujo que México no puede darse en un contexto de relocalización acelerada.

Aranceles y competitividad: una bomba de tiempo

Marek Meister alertó sobre el impacto real de los aranceles impuestos por Estados Unidos a vehículos y autopartes mexicanas: 27.5% para vehículos y hasta 50% para el acero. “La misma pieza puede sufrir tres aranceles que suman más del 100%”, explicó. Contrario a lo que se cree, la ventaja de la mano de obra barata —que representa entre el 0.7% y 6% del costo total— no compensa estos impuestos.

“La industria automotriz en México ya no es competitiva”, sentenció. Como resultado, proyectos de inversión en estados como San Luis Potosí están congelados, y muchas empresas prefieren invertir directamente en Estados Unidos.

Proveeduría y contenido regional: el gran reto tecnológico

Marco Moreno señaló que los clientes están elevando sus exigencias: piden mayor automatización, precisión y contenido regional. “Hoy traemos el 40% de los insumos de Asia, pero eso ya no es aceptable”, dijo. Relató cómo un cliente les retó a desarrollar un producto desde el diseño hasta la fabricación en solo 6 meses, algo impensable hace unos años.

“Necesitamos estar acoplados a la nueva tecnología. Ya no suministramos partes aisladas, sino sistemas completos”, explico.

También destacó la urgencia de sustituir importaciones y producir localmente, incluso componentes tan complejos como motores eléctricos.

Oportunidades en energía y cooperación privada

Nashla Cabadas destacó que la generación distribuida, el almacenamiento y los nuevos permisos de autoconsumo son oportunidades concretas para asegurar suministro energético con certeza legal. “Por medio de productos financieros como los PPA (Power Purchase Agreements), las empresas pueden acceder a energía renovable sin inversión inicial”, comentó.

¿Y China? ¿Amenaza o espejo?

Los cuatro panelistas coincidieron en que China es un referente en agresividad industrial y apoyo estatal, pero también una amenaza para la manufactura local. Marco Moreno reconoció: “Tenemos que copiarles su mentalidad, su velocidad, su ambición”. Vanessa Cordero añadió que las empresas chinas que llegan a México lo hacen para integrarse a las cadenas productivas y surtir a EE.UU., pero se topan con la burocracia mexicana.

Conclusión: México debe despertar

El mensaje final fue claro: México tiene el talento, la ubicación y la capacidad para competir, pero debe actuar con agilidad, colaboración y visión estratégica. Como resumió Vanessa Cordero: “Estamos hechos para enfrentar estos retos. No nos sentemos. Pongámonos de acuerdo y seamos agresivos”.

El New Sharing no está en suspenso, pero sí condicionado. Si México no enfrenta con urgencia sus debilidades en infraestructura, marco regulatorio y competitividad, perderá inversiones frente otros países que sí lo hagan.

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