Diana Ávalos, Directora Ejecutiva de AMIVE, analiza en Neuron Automotive Talks el avance de la electromovilidad en México y cómo el país ha acelerado su adopción gracias a la mayor oferta de vehículos, precios accesibles y el crecimiento del transporte público eléctrico. Subraya los beneficios ambientales, la necesidad de más infraestructura de carga y la revisión de incentivos fiscales. Además, resalta la importancia de formar talento especializado para sostener este cambio. Una conversación clave sobre el futuro sostenible del transporte en México.
Diana Ávalos, Directora Ejecutiva de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz Eléctrica (AMIVE), compartió en Neuron Automotive Talks un panorama detallado sobre el estado actual de la electromovilidad en México. Destacó una notable aceleración del sector en los últimos cinco años, impulsada por vehículos con precios más accesibles y la llegada de una mayor diversidad de marcas y modelos. Sin embargo, el país se encuentra en un momento crucial, donde la transición enfrenta desafíos de infraestructura, la necesidad de revisar incentivos y la urgencia de desarrollar capital humano, todo ello mientras se capitalizan oportunidades de crecimiento económico, mejora de la calidad del aire y bienestar social a través del transporte público eléctrico.
El Sorprendente Despegue: Precios, Modelos y el Impacto Social del Transporte
La conversación con Diana Ávalos inició destacando la evolución del sector en México. El concepto de corredores de transporte público eléctrico, que hace apenas cinco o seis años parecía “casi un sueño”, hoy es una realidad en varias ciudades. Esta transformación se debe a factores clave:
- Mayor Accesibilidad y Variedad: En los últimos años, han entrado al mercado mexicano numerosas marcas con nuevos modelos. Estos vehículos presentan “precios bien accesibles” y una tecnología “que da mucha emoción probar”.
- Auge en el Transporte Pesado: El crecimiento es particularmente notable en vehículos medianos y pesados, utilizados para flotillas de reparto y transporte público y de carga. Ávalos señala que: “Estamos viendo empresas que cada vez le están apostando más a electrificar sus flotillas”.
Este impulso se traduce en proyectos concretos que evidencian el impacto directo en la sociedad. Un ejemplo palpable es el Cablebús en la Ciudad de México.
Dato Duro: Ávalos mencionó que el Cablebús ha logrado reducir el tiempo de traslado para habitantes de zonas serranas, pasando de aproximadamente dos horas que dedicaban solo a descender de la parte alta de la ciudad, a solo 40 minutos.
El Transporte Público: Un Gasto Menor, una Vida Digna
La Directora de AMIVE enfatiza que la electromovilidad, especialmente en el transporte público, tiene un impacto que va más allá de lo ambiental o tecnológico.
“Creo que el transporte es un motor de desarrollo económico y una oportunidad de cambiar las vidas de las personas”.
Un sistema de transporte de calidad, bien planeado y organizado, contribuye a:
- Mejorar la Calidad de Vida: Permite a los ciudadanos acceder a mejores oportunidades laborales y educativas.
- Construir Tejido Social: Familias que viven en zonas con un mejor transporte pueden “regresar un poco más temprano a sus casas y pasar tiempo de calidad con su familia”.
- Repensar la Operación: La electrificación brinda la oportunidad de integrar y planificar mejor los sistemas de transporte, incluyendo la infraestructura de recarga.
A pesar de la euforia, Diana Ávalos reconoce que persisten temores y “muchos prejuicios” sobre los vehículos eléctricos, a menudo relacionados con la falta de información. Mencionó el mito de que un auto eléctrico contamina más que uno de combustión.
La realidad, sin embargo, es que el factor económico está impulsando la adopción: “Creo que ha respondido totalmente… a un asunto económico”. Los vehículos eléctricos resultan más baratos de operar, representando un ahorro significativo en combustible.
Además, la electrificación impacta directamente en la calidad de vida y el bienestar de los trabajadores y ciudadanos:
“Si le estás dando un vehículo que se maneja más suave, que vibra menos, que no genera emisiones, que no trae humo, que trae aire acondicionado… pues ya le estás dando una mejor calidad de vida a esa persona.”.
Ávalos destacó que la electromovilidad es un recordatorio de que “no tenemos que vivir en ciudades llenas de ruido, llenas de humo, con contingencia, con problemas a la salud”.
Los Impulsores Pendientes: La Urgencia de Revisar Incentivos Regresivos
Para lograr que la electromovilidad deje de ser una tendencia confinada principalmente a las grandes metrópolis (Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey) y se extienda a otras ciudades, Ávalos subraya la necesidad de un mayor apoyo, especialmente en dos frentes críticos:
1. Incentivos para el sector público y privado:
- Transporte Público: Se requiere más “incentivo y mucho más apoyo” para que estados y municipios puedan acceder a mecanismos de financiamiento y expertise técnico para diseñar proyectos de transporte público eléctrico.
- Flotas Comerciales: Se necesitan “mucho más incentivos fiscales de parte del gobierno” para reconocer el “esfuerzo bien grande” que las empresas están haciendo al electrificar sus flotillas y contribuir a las metas de cambio climático.
2. La Polémica de la Placa Verde:
Ávalos compartió una “opinión no tan popular” respecto a la Placa Verde en la Zona Metropolitana del Valle de México. Esta placa otorga exención de restricciones vehiculares (como el Hoy No Circula) a vehículos con distintas tecnologías, incluyendo los Mild Hybrids.
El problema surge porque los Mild Hybrids son predominantemente de combustión, emiten más gases de efecto invernadero que muchos vehículos de combustión pequeños, y suelen ser adquiridos por personas con mayor poder adquisitivo. Estos vehículos siguen circulando, mientras que los vehículos de combustión más pequeños, utilizados por personas con menores ingresos, tienen que detenerse.
“Estamos viendo un incentivo [la placa verde]… que se está convirtiendo en un incentivo regresivo”.
La revisión de estos incentivos es fundamental para “de verdad demostrar que el impulso hacia los vehículos eléctricos está ahí”.
El Eslabón Perdido: Infraestructura y la Batalla por el Talento Local
México ya cuenta con la capacidad industrial instalada para “dar el salto” y producir vehículos eléctricos, aunque la mayoría de los que se fabrican actualmente son exportados. Ávalos insiste en la necesidad de tener un paquete de incentivos que promueva la adopción de estos vehículos dentro del país.
Hacia el 2030, la Directora Ejecutiva de AMIVE visualiza una oportunidad de negocio fundamental que va más allá del auto en sí:
“La parte de la infraestructura de recarga a mí me parece que es un elemento que en los próximos 5 años va a ser fundamental y sobre todo significa una oportunidad de negocio bien interesante.”.
Para capitalizar esta oportunidad y apoyar la industria nacional, se requiere un fuerte enfoque en el desarrollo de capital humano. Es necesario “apoyar a la mano de obra mexicana para que tenga las habilidades que se necesitan para… estos nuevos desarrollos”. Esto implica adaptar los programas de estudio universitarios y técnicos, entendiendo que las habilidades de la mecánica automotriz tradicional deben evolucionar.
Ávalos finalizó invitando a las empresas a acercarse a la AMIVE, una asociación de alrededor de 40 empresas que promueve la colaboración y pone su expertise a trabajar para un desarrollo ordenado y justo del sector. Enfatizó que acercarse a los expertos ayuda a las empresas a tener proyectos más exitosos, reducir costos y a “entender mejor cómo funciona el sistema eléctrico en México, dónde están las limitaciones, dónde están las oportunidades” para generar modelos de negocio transformadores.







