Mayra Ramírez, Directora de RH de CKLASS, destacó que las empresas deben modernizar sus formas de medir la productividad, integrando el bienestar laboral. Señaló que aún se usan métricas de hace décadas y se ignora el impacto del bienestar emocional y físico en los empleados. También enfatizó la necesidad de ser flexibles y humanizar las políticas, reconociendo que cada colaborador tiene necesidades diferentes que influyen en su desempeño y productividad.
En el mundo laboral actual, la productividad y el bienestar laboral deben ser revaluados para alinearse con las transformaciones que estamos experimentando. Como bien expresó Mayra Ramírez, Directora de Recursos Humanos de CKLASS, seguimos midiendo la productividad como hace dos décadas, y esto representa un reto importante. Es momento de actualizar las métricas y, sobre todo, incluir el bienestar laboral en las ecuaciones de medición.
La Necesidad de Nuevas Formas de Medir
Mayra Ramírez destaca que “el límite lo debemos empezar a poner con nuevas formas de medir”. En muchas empresas, la productividad aún se mide con dashboards y métricas que no reflejan la realidad de las generaciones actuales. Vivimos en una época de diversidad generacional y de rápidos cambios, lo que significa que necesitamos nuevas métricas que integren tanto los resultados numéricos como el bienestar integral de los empleados.
Esta visión coincide con la necesidad de las empresas de reconocer que no basta con medir únicamente los resultados cuantitativos, sino que también debemos medir la salud emocional, social y física de los colaboradores. Esto asegura que las organizaciones puedan encontrar ese “medio camino” en el que las necesidades del colaborador se satisfacen, y en consecuencia, se mejora el desempeño.
La Flexibilidad y la Humanización como Claves
Uno de los principales desafíos que enfrenta el área de Recursos Humanos es adaptar sus políticas y procesos a las diferentes generaciones que coexisten en el entorno laboral. Como explicó Ramírez, las empresas necesitan “trabajar mucho con los líderes para que puedan administrar este tipo de situaciones”, lo que implica flexibilidad en las políticas organizacionales, sin comprometer los objetivos de productividad.
Un ejemplo claro es cómo las empresas deben aprender a manejar casos en los que las necesidades personales del empleado puedan parecer inusuales. Mayra comenta sobre un candidato ideal que no aceptó un trabajo porque tenía que sacar a pasear a su perro a las 6 p.m. Este tipo de situaciones exigen que los líderes estén más conectados con los empleados, comprendiendo sus prioridades y buscando formas de ser flexibles cuando sea posible.
Congruencia entre Bienestar y Resultados
Uno de los puntos centrales de la discusión es la congruencia entre lo que las empresas dicen y lo que hacen. No es suficiente ofrecer beneficios emocionales, sociales y económicos; es crucial asegurarse de que estos estén alineados con las verdaderas necesidades de los empleados. Un colaborador que se siente valorado y comprendido es más propenso a estar motivado y, por ende, a ser más productivo.
La clave está en humanizar la relación entre empleador y empleado. Si los líderes entienden a sus colaboradores a un nivel más profundo, podrán manejar las demandas individuales sin afectar la productividad ni generar inconsistencias en las políticas empresariales.
El Futuro del Bienestar Laboral
La era post-pandemia ha puesto de manifiesto la importancia del bienestar en el lugar de trabajo. Las empresas que logran integrar el bienestar de forma efectiva en sus estrategias no solo mejoran la satisfacción de sus empleados, sino también la experiencia del cliente. Esto es fundamental, ya que, como comentó Mayra Ramírez, “un empleado feliz es un empleado que va a ser entre un 12 y 15 por ciento más productivo”, lo que finalmente impacta de manera positiva en la organización y en sus resultados financieros.
En resumen, las empresas deben estar dispuestas a reinventar sus sistemas de medición de productividad y bienestar. Solo así podrán adaptarse a las necesidades de una fuerza laboral diversa y cambiante, y crear un ambiente de trabajo donde el bienestar emocional y la productividad caminen de la mano.