
En una reciente entrevista a Rigoberto García Ochoa, doctor en estudios urbanos y ambientales, se exploraron varios aspectos clave del sector energético y sus desafíos en México. El diálogo comenzó con una reflexión sobre la evolución de la matriz energética del país y sus implicaciones.
A lo largo de la conversación, Rigoberto García Ochoa abordó la cuestión de la pobreza energética, que presenta retos significativos para México.
EVOLUCIÓN DE LA MATRIZ ENERGÉTICA EN MÉXICO
Rigoberto García, proporcionó una perspectiva valiosa sobre la evolución de la matriz energética en México. A lo largo de los años, México ha experimentado cambios significativos en su enfoque energético. Desde los primeros asentamientos humanos que dependían de la energía muscular hasta las revoluciones industriales que introdujeron tecnologías basadas en combustibles fósiles, el país ha atravesado diversas transformaciones.
A pesar de algunos avances en la incorporación de energías renovables, México todavía depende en gran medida del petróleo y el gas. Esto refleja un desafío importante en la transición hacia una matriz energética más sostenible y menos dependiente de combustibles fósiles. La participación de fuentes de energía renovable, como la solar y eólica, sigue siendo limitada en comparación con los hidrocarburos.
POBREZA ENERGÉTICA EN MÉXICO
Uno de los aspectos más destacados de la entrevista, fue la discusión sobre la pobreza energética en México. Rigoberto García Ochoa planteó una perspectiva crítica en relación con la noción tradicional de medir la pobreza energética, la cual adopta los mismos enfoques y métodos para medir la pobreza. Esto se traduce en un problema ontológico, en el sentido de que no hay una distinción clara entre pobreza y pobreza energética. En este sentido, Rigoberto desarrolló el enfoque de necesidades humanas para conceptualizar, identificar y medir la pobreza energética en los hogares. En este enfoque se plantea que los equipos y enseres electrodomésticos son bienes económicos que proporcionan los servicios de energía requeridos para satisfacer las necesidades humanas. Un aspecto clave de este enfoque es el planteamiento de que las necesidades humanas son constantes en el espacio y tiempo, pero la forma en que se satisfacen estas necesidades a través de los servicios energéticos es lo que cambia. Por ejemplo, en términos espaciales, México es un país con diversas zonas climáticas, lo cual significa que hay regiones donde los equipos de aire acondicionado y ventiladores no son necesarios, pero sí lo son en las zonas con climas cálidos extremos. en México, donde las altas temperaturas son un problema común, el acceso a sistemas de enfriamiento, como el aire acondicionado, es crucial para garantizar el confort térmico. Y en cuanto al tema temporal, las innovaciones y penetración de tecnológicas en equipos o electrodomésticos tales computadoras, lavadores y televisores, hacen que equipos que no se consideraran como esenciales en un determinado período de tiempo, si lo sean en otro.
Otra crítica en torno a la pobreza energética es el peso axiológico que se la al acceso a la electricidad ya que, si bien es innegable que el acceso a este energético es una condición necesaria para mejorar la calidad de vida de la población, también es verdad que es insuficiente para que las personas accedan a los servicios que brinda. En México, por ejemplo, 99.2 por ciento de la población cuenta con electricidad en sus viviendas, sin embargo, una alta proporción de estas personas no disponen de los servicios que brinda la electricidad como quisieran.
DESAFÍOS EN LA MEDICIÓN DE LA POBREZA ENERGÉTICA
El concepto de medición de la pobreza energética se convierte en un desafío más complejo en un país como México. Los métodos de medición convencionales basados en porcentajes del ingreso pueden resultar inapropiados, especialmente considerando la variabilidad en las condiciones climáticas y las conexiones irregulares a la red eléctrica. Además, México opera un sistema de subsidios para la electricidad, lo que complica aún más la evaluación precisa de la pobreza energética.
En lugar de utilizar un enfoque estándar, Rigoberto García Ochoa abogó por una medición más localizada y contextual de la pobreza energética que tenga en cuenta las necesidades específicas de cada región. Esto implica considerar los diferentes equipos y servicios que son esenciales en función de las condiciones ambientales y climáticas locales.
García, destaca la importancia de la energía en la sociedad actual, señalando que es indispensable y requiere energía para funcionar. Además, resalta la diferenciación tanto espacial como temporal en relación con la tecnología y la pobreza energética.
Menciona que la pobreza energética está relacionada con factores económicos, específicamente con el ingreso de la población. En México, la pobreza y la desigualdad económica son altas, lo que afecta la pobreza energética. También señala la importancia de factores territoriales, ya que en áreas remotas es difícil llevar infraestructura de electricidad. El factor cultural también influye, ya que algunas personas prefieren tener terrenos sin electricidad en lugar de pagar renta.
CONSECUENCIAS DE LA POBREZA ENERGÉTICA
Se discuten las consecuencias de la pobreza energética, como problemas de salud tanto física como mental, incluyendo el impacto del calor extremo y la exposición al humo de la leña. Se menciona que las mujeres, generalmente, son más afectadas ya que son las que cocinan en hogares sin electricidad.
Se aborda la diferencia en el consumo de energía entre estratos socioeconómicos en México, con algunos consumiendo de manera excesiva y otros con un consumo mucho menor, lo que refleja la desigualdad en el acceso a la energía. Rigoberto García, sugiere cambiar la cultura de consumo y promover la eficiencia energética, así como enfocarse en la generación distribuida para reducir la demanda de electricidad.
CAMBIOS Y SOLUCIONES FUTURAS
En cuanto a cambios legislativos y culturales, se destaca la importancia de promover leyes que fomenten el transporte público eficiente y la construcción de viviendas más eficientes desde el punto de vista térmico. También se menciona que la educación y la conciencia en la sociedad son clave para implementar cambios, y que es importante comenzar en el entorno inmediato y promover pequeñas acciones sostenibles.
Rigoberto García Ochoa, proporciona una visión perspicaz de los desafíos en el sector energético de México y la lucha contra la pobreza energética. México se enfrenta a la tarea de avanzar hacia una matriz energética más sostenible y diversificada, con un enfoque creciente en las energías renovables. Además, la pobreza energética es un desafío real que requiere una medición y enfoques adaptados a las condiciones específicas del país. Este enfoque más matizado podría ayudar a abordar mejor las necesidades de las comunidades y garantizar un acceso equitativo a los servicios energéticos en todo México.
En conclusión, la pobreza energética es un problema real en México y refleja desigualdades económicas y sociales. Para abordar este problema, es necesario promover cambios en la cultura de consumo, la eficiencia energética, la legislación relacionada con la vivienda y el transporte. Además, la educación y la conciencia pública son esenciales para crear un cambio sostenible.