La Economía Circular: Un Pilar en la Reducción de Gases de Efecto Invernadero

Albes Urdaneta, Global Environment Manager, destacó en el panel que la economía circular es crucial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en hasta un 50%. Al reutilizar residuos en lugar de extraer nuevas materias primas, se ahorran recursos y se disminuyen los desechos en rellenos sanitarios, contribuyendo así a un menor impacto ambiental y mayor sostenibilidad industrial.

En el ámbito de la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático, uno de los conceptos más relevantes y prometedores es el de la economía circular. Albes Urdaneta, Global Environment Manager, destaca la importancia de esta estrategia y su impacto positivo en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). En este artículo, exploramos sus perspectivas y la relevancia de la economía circular en la mitigación del cambio climático.

¿Qué es la Economía Circular?

La economía circular es un modelo económico que busca mantener los productos, materiales y recursos en uso el mayor tiempo posible, reduciendo al mínimo la generación de residuos. A diferencia del modelo lineal tradicional de “extraer, producir, desechar”, la economía circular se basa en principios de reutilización, reparación, reciclaje y regeneración de sistemas naturales.

Impacto de la Economía Circular en la Reducción de Emisiones

Albes Urdaneta subraya que la economía circular puede contribuir significativamente a la reducción de emisiones de GEI, con estimaciones que sugieren una posible reducción de hasta un 50%. Este impacto se logra principalmente a través de dos vías:

  1. Reducción de la Extracción de Materias Primas: La extracción de materias primas es un proceso intensivo en carbono. Al reutilizar y reciclar materiales existentes, se disminuye la necesidad de nuevas extracciones, reduciendo así las emisiones asociadas a estos procesos.
  2. Minimización de Residuos: Al reducir la cantidad de residuos que llegan a los vertederos, se disminuyen las emisiones de metano, un GEI potentísimo. La reutilización de materia orgánica en procesos como la producción de biogás o compostaje también contribuye a esta reducción.

El Caso del Hierro y el Acero

Un ejemplo claro de economía circular en acción es la industria del hierro y el acero, donde el reciclaje de chatarra juega un papel crucial. Urdaneta menciona que en Ternium, la empresa se ha fijado metas ambiciosas para reducir sus emisiones de CO2 en un 20%. Este objetivo se está logrando a través del aumento del uso de chatarra en la producción de acero, lo que no solo reduce las emisiones de CO2, sino que también disminuye la dependencia de minerales vírgenes.

Innovaciones y Desafíos

Además del reciclaje de chatarra, la industria siderúrgica está explorando otras innovaciones, como el uso de biomasa en lugar de carbón fósil y la captura y reutilización de CO2. Estos avances representan pasos importantes hacia un modelo de economía circular, aunque todavía enfrentan desafíos técnicos y económicos. Urdaneta enfatiza que la transición completa hacia una economía circular requerirá tanto el desarrollo continuo de tecnologías como la creación de un marco económico viable.

Beneficios Económicos y Competitividad

Implementar modelos de economía circular no solo tiene beneficios ambientales, sino también económicos. Las empresas que adopten estos modelos serán más competitivas en el futuro, ya que los mercados globales cada vez valoran más a los proveedores con una menor huella de carbono. Albes Urdaneta destaca que las empresas que no se adapten a estos cambios podrían perder clientes y mercado frente a aquellas que sí lo hagan.

Conclusión

La economía circular se presenta como una estrategia esencial para la reducción de emisiones de GEI y la mitigación del cambio climático. Las iniciativas actuales en industrias como la siderúrgica demuestran el potencial de este modelo para transformar procesos productivos y reducir el impacto ambiental. Sin embargo, para alcanzar su máximo potencial, será necesario un esfuerzo conjunto que incluya avances tecnológicos, marcos económicos adecuados y una fuerte voluntad política y empresarial.

Implementar y promover la economía circular no es solo una opción, sino una necesidad para asegurar un futuro sostenible y competitivo para todas las industrias. Como resalta Urdaneta, la transición hacia este modelo beneficiará tanto al medio ambiente como a la economía, creando un sistema más resiliente y sostenible.

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