Ubica los dos pilares de la empresa al cliente y su atención en el servicio, explicando que sin un cliente no habría venta y sin venta no existiría un negocio.
Explico que México no es un mercado de volumen para la marca, pero sí de calidad, siendo el Ferrari un carro de fin de semana, de colección o donde predominan las ventas de ediciones especiales, registrando un parque vehicular de entre 1100 y 1200 autos en el territorio.
De esos 1200 vehículos que circulan en el país, 800 han sido vendidos por la agencia y el resto son autos clásicos o han sido importados directamente por sus propietarios, esto mediante los “cupos” promovidos por la Secretaria de Economía alrededor del año 2003, permitiendo al usuario adquirir un vehículo agencia europea y trasladarlo al país, medio de compra que persistió hasta que el decreto fue modificado. otorgándole el poder de importación únicamente a las marcas.
Rodrigo González desmintió mitos que crecían alrededor de la empresa y comento que para pertenecer a la familia Ferrari se necesita empezar a crear un currículum, comenzando con modelos de entrada, como el Roma, e ir subiendo adentro de la firma, con algún 8 cilindros como lo es el F8, para poder adquirir las versiones premium o limitadas de la marca, ediciones de 1000 caballos o 12 cilindros.
El marketing que Ferrari maneja varía según el modelo que desea promover. Con los modelos de entrada, se acerca al cliente para que conozca el vehículo y que se anime a adquirirlo, buscando involucrar al usuario a la marca. En el caso de vehículos de colección, donde implica llevar a los Top Costumers a conocerlos a Florencia y crear actividades entre el usuario y el auto.
Ferrari es una marca que quiere vender y atraer clientes, que tiene como objetivo romper las barreras de los posibles consumidores que creen poder sufrir un rechazo por las agencias cuando se encuentran en la búsqueda de su auto ideal, asegurando que es un auto normal con un precio diferente y que las puertas de las sucursales están abiertas para todos.
Informo que el mayor reto para ellos es conservar al cliente y ofrecerle el servicio que se merece, consintiéndolo para que siga prefiriendo la marca y subiendo de categoría respecto a los modelos a los que tiene acceso, haciéndolo miembro de la familia Ferrari, la cual presume ser pequeña y exclusiva, donde existe una relación y conexión entre usuarios y proveedores.
El proceso de venta parte de platicar con aquel que acude a la agencia para ver qué espera de Ferrari, que concepto tiene de la marca y hacia donde te puede orientar el proveedor, recomendando vehículos de acuerdo a lo que el cliente busca.
En Ferrari no existen los coches de entrega inmediata, puesto a que la empresa tiene la idea de brindar una configuración a la medida del consumidor, adaptando sus equipos al gusto y confort del cliente, agregando al usuario a una lista de espera para que su vehículo esté listo.
El tiempo de espera varia, según el status de producción del modelo y las configuraciones a realizar, lo que sería un periodo de entre 6 y 8 meses en un automóvil listo para configurarse al gusto del cliente, o un año y medio a dos años en un auto que va saliendo según su demanda.
Respondió que los créditos en México no aplican, puesto a que la marca no tiene ningún beneficio fiscal al hacer la compra en México, como en Estados Unidos, por lo que en Ferrari México un 95% de clientes realizan su pago de contado, el resto contando con respaldos de banca privada y utilizando el “back to back”.
Gonzales hizo referencia al crecimiento de ventas que registraron las marcas de lujo ante el tiempo de pandemia, “pensaron, sino me doy este lujo ahora, quien sabe si mañana no este aquí”.
Planteo el pensamiento: “mientras pienses en algo, ahí va estar, pero puedes lograrlo”, haciendo alusión a todos aquellos que desean ser acreedores de un auto de la marca Ferrari, animándolos a seguir su sueño.
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