Demanda y Abasto de Energía En México: Un desafío Uno de los retos que enfrenta México consiste en actualizar la infraestructura que suministra energía a todas las comunidades, comercios e industria: “Nos acercamos a un déficit de energía en el país, y esto se puede explicar ya que en los últimos años no ha habido construcción de centrales de energía eléctrica y la inversión en transmisión ha sido deficiente, con lo que no se acompaña a la demanda creciente”, indicó Aldrich Richter, Director General para América Latina de Bergen Engines.
El crecimiento de la demanda de energía es consecuencia directa del crecimiento poblacional y de la expansión de las industrias que operan en territorio mexicano, y es por ello que se deben diseñar planes con los cuales cubrir la demanda: “Hay una demanda creciente, simplemente por crecimiento poblacional, también por el crecimiento en el producto interno bruto, cada vez hay más industrias, cada vez hay más empresas que se establecen en el país”, destacó Richter, quien ve positivo el crecimiento del sector industrial.
De acuerdo con el experto, los esfuerzos del sector deben encaminarse a lograr la culminación de proyectos orientados a expandir la cobertura del servicio energético: “Es también por una red insuficiente de transmisión y distribución de la energía, y es también porque las empresas no han logrado materializar sus proyectos de generación y cogeneración de manera distribuida. La demanda de energía está acercándose cada vez más a la generación neta de energía del país”. Para Richter, México se encuentra en un terreno complejo pues en muchas regiones, la demanda de energía se ha incrementado y los niveles de reserva se han reducido. Esta situación solo se compone con mayor generación, permitiendo los proyectos de abasto aislado para la industria.
Para Richter, la inversión para suplir la demanda del servicio energético es capaz de potenciar a las comunidades emergentes, a la vez que incide positivamente en la calidad de vida de los mexicanos: “Sin energía no hay movimiento, no hay generación de riqueza, no hay generación de empleos.
El gas natural, combustible para la transición energética.
En palabras de Richter, otro desafío a considerar dentro del contexto mexicano se refiere a la generación de energía desde una perspectiva limpia y sostenible: “por ejemplo, las empresas que pertenecen al sector automotriz requieren que la energía que consumen en sus construcciones sea verde, sea renovable. En el país, necesitamos poder ofrecer energía limpia y abasto suficiente”. Transitar hacia un modelo verde puede elevar la competitividad de las industrias locales, y es por ello que es un aspecto que debe considerarse dentro de este esquema.
Richter señala que una alternativa viable consiste en el uso del gas natural, lo que permite suplir la demanda nacional de una manera más limpia y segura: “El gas natural es un combustible, le llamamos de transición. Si bien sigue siendo un combustible fósil, es un combustible cuya combustión es limpia. La combustión del gas natural genera un 30% menos de emisiones de dióxido de carbono comprado con otros combustibles fósiles líquidos.”. Por ello, el experto insta a los encargados de administrar el suministro energético a considerar alternativas y planes para favorecer el consumo de energías más limpias.
El gas natural es ofertado a un precio competitivo y accesible, por lo que debe considerarse como una opción viable para generar energía firme: “El precio al que se oferta en el país y en Norteamérica nos indican que es un combustible competitivo. El gas natural, con estas tres ventajas que tiene, viabilidad, precio y que es muy limpio, pues lo hace un combustible muy atractivo para la industria”. Richter destaca que las industrias que cuentan con acceso a suministro energético basado en gas natural suelen desarrollarse y expandirse de una forma más acelerada.
Dependiendo de las características de las empresas asentadas en el país, se pueden desarrollar planes y estrategias para suplir las demandas energéticas particulares: “Una empresa que gasta una cantidad de energía, cuando digo energía puede ser energía eléctrica, o energía térmica, o la combinación de ambas, podrían instalar de manera local una planta de generación o cogeneración para poder generar sus insumos de manera más competitiva y más limpia”, indicó Richter. Por ello, desde Bergen Engines, ofrecen soluciones adaptadas a las necesidades de sus aliados y socios.
El compromiso por un futuro más limpio
Para Richter, la transformación energética es esencial para apostar por la competitividad de las industrias mexicanas: “Estamos en una carrera para que las empresas puedan fabricar sus productos con la máxima calidad y al menor costo posible. México, como tal, no somos un país de bajo costo de mano de obra. Los costos laborales en México ya no son tan baratos debido a la
especialización de nuestros trabajadores, y por ello, lo que necesitamos es que las empresas puedan reducir sus costos”. Por ello, trabajan en desarrollar alternativas con las cuales suplir las demandas energéticas de las organizaciones productivas, a un precio accesible y desde un enfoque más amigable al medio ambiente.
Implementar diferentes métodos para garantizar el suministro energético a un precio accesible puede beneficiar al mercado local y ayuda a que las empresas puedan insertarse en nuevos mercados internacionales: “Dependiendo de la industria, la energía puede ser el mayor componente de costo de un producto. Si logramos obtener una empresa eficiente, que reduzca sus costos de operaciones, hacemos a la industria mexicana más competitiva, y en esta carrera internacional por producir productos de alta calidad y a un precio competitivo”. Para Richter, lo importante es articular esfuerzos con el fin de lograr la transición energética.
Para ello, también es necesario considerar la perspectiva ecológica y considerar los desafíos relacionados con el cambio climático: “Acaba de ser la COP veintiocho, en Dubái, acaba de terminar, y todos los países han fijado metas razonablemente logrables para descarbonizar y para poder limitar el calentamiento global en nuestro planeta. México también suscribió un acuerdo para reducir las emisiones por dióxido de carbono”. En palabras de Richter, es posible lograr que las industrias mexicanas sean competitivas, pero se requiere adoptar una perspectiva ecológica para disminuir el daño sobre el medio ambiente en cuanto a generación de energía eléctrica.
Por ello, el experto señala que el gas natural puede ser una alternativa viable para cimentar el cambio: “Tenemos que dejar de quemar combustóleo, dejar de quemar diésel. Tenemos que migrar primero, obviamente un foco renovable. Pero, para poder hacer eso, debemos comenzar con el combustible de transición, el gas natural principalmente”. El objetivo en el mediano y largo plazo consiste en impulsar modelos de generación de energía, desde una perspectiva sostenible.
El gas natural como alternativa para la sociedad mexicana
En años recientes, la demanda de gas natural se ha acrecentado, lo que representa una oportunidad de mejora para los países de la región: “No solo México, también Latinoamérica, vemos que hay una demanda fenomenal de energía eléctrica. “Antes, en la industria, había más procesos térmicos y energía primaria mecánica-térmica, y cada vez más la industria se mueve con energía eléctrica. Entonces, estamos electrificando nuestras vidas, si bien lo hemos hecho más eficiente, son más aparatos eléctricos que utilizamos, la demanda eléctrica no va a ser más que crecer, crecer, crecer y crecer”. Por ello, es importante contar con alternativas de generación eléctrica sostenibles , para satisfacer las demandas emergentes.
Dentro de la perspectiva temporal, es importante considerar cuáles son las necesidades de los usuarios y apostar por la democratización en el acceso a los recursos energéticos: “Nosotros fabricamos motores de generación eléctrica. Creemos mucho en la energía distribuida. Yo creo, y muchos expertos creen, que la energía del futuro, ya no se va a concentrar en megas plantas”. En palabras de Richter, el objetivo consiste no sólo en ampliar la capacidad, sino democratizar el acceso a las fuentes energéticas.
En el caso de México, es importante que las empresas del sector energético sean capaces de adaptarse a las necesidades de los usuarios, lo que implica la integración de fuentes de energía más limpias y menos contaminantes: “El mundo está migrando a distribuir la generación de energía en plantas más pequeñas que tengan capacidad de balancear el sistema de una manera más eficiente y más rápida, que sean más resilientes a un fallo técnico o al clima”, destacó Richter.