Coches eléctricos VS Gasolina

Constantemente el automóvil eléctrico es puesto bajo una lupa por la sociedad, quienes aun con existentes dudas, ven al coche eléctrico como un gran “pero” ante la producción de su energía y su carga, siguiendo con sus automóviles de combustión con el, poco o mucho, conocimiento de la creación de su combustible del impacto que estos producen en el medio ambiente, donde muchos dicen que los eléctricos contaminan más que los de combustión.

La gasolina comienza como petróleo, en aproximadamente 1800 metros por debajo de superficie de la tierra, se extrae una masiva cantidad de este utilizando una Bomba de Varilla, que funcionan gracias a la electricidad, con un promedio de 9.960 kilovatios al mes para impulsar una bomba de varilla, electricidad suficiente para propulsar un Tesla Model 3 durante 56 mil kilómetros o por tres años.

En Estados Unidos se estima que hay 435 mil pozos de petróleo que utilizan bombas de varilla, el uso de electricidad todos estos pozos son de más de 4 mil 300 GWh al mes, un montón de electricidad solo para sacar el petróleo del subsuelo. Si se usara esa electricidad para alimentar vehículos eléctricos directamente sería suficiente para mover más de 15 millones de vehículos durante un mes.

En el caso de extracción en aguas profundas, la forma más común de alimentar una plataforma petrolífera en alta mar es con un generador de diesel, estos generadores usan en promedio de 20 a 30 toneladas de diesel por día, un equivalente eléctrico de 300 mil kilovatios por hora. Se estima que en el mundo hay 1.470 plataformas petrolíferas en alta mar, utilizando más de 1.300 millones de kilovatios de energía al mes en su totalidad. Todo este bombeo de petróleo sería suficiente para alimentar 19.5 millones de vehículos eléctricos durante un mes, así que no solamente se contamina al usar el combustible en los coches, sino que también se contamina al usar grandes cantidades de electricidad para bombear el petróleo para su producción.

Pero la situación preocupante no concluye ahí, millones de barriles se derraman en el océano cada año para los peces y la fauna salvaje. Luego, ese petróleo necesita ser transportado, la mayor parte del petróleo se bombea a través de oleoductos, siendo más de 542 kilómetros de oleoductos en el mundo que transportan la mayor parte de los 100 millones de barriles que consumimos diarios, los oleoductos consumen aún más energía. El petróleo también se transportas por barco, que, al no tener emisiones reguladas en el océano, utiliza el combustible más barato y sucio.

El refinado del petróleo requiere una gran cantidad de energía y genera aún más contaminación. Se realiza calentando el crudo hasta 420° Celsius, creando un masivo nivel de contaminación, siendo las refinerías la principal fuente de contaminación en muchas ciudades del mundo, tan grave que las personas que viven cerca de estas refinerías tienen un aumento notable de enfermedades pulmonares.

El 70% de la energía de la quema de combustibles fósiles se desperdicia en forma de calor, mientras que solo el 30% se destina a hacer girar las ruedas, así que después de todo ese proceso y energía utilizada, se desperdicia su mayoría cuando se quema.

La energía se produce de la quema del carbón, en una planta de energía a kilómetros de distancia de la población y se transfiere a través de líneas eléctricas y mantiene cualquier contaminación directa lejos de la población.

Cuando se compara con la propulsión de un vehículo eléctrico, la diferencia es enorme: la electricidad no necesita ser bombeada kilómetros bajo tierra, ni transportada en barcos, camiones o bombeada por tuberías, no necesita ser refinada y no contamina el lugar donde vivimos y respiramos.

Si el vehículo eléctrico funciona con energía limpia, será limpio de principio a fin.

Por: María Fernanda López Caamal

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